Una marca registrada protege su empresa

 

[dropcap color=»» boxed=»yes» boxed_radius=»50%» class=»» id=»»]U[/dropcap]n0 de los primeros aspectos a tener en cuenta cuando se inicia un proyecto empresarial es dar identidad a la idea o negocio, es decir, otorgarle un nombre y encargar a un profesional el diseño de un logotipo propio con el objetivo de que se convierta en el signo distintivo de la empresa. Este logotipo permitirá que los clientes identifiquen fácilmente nuestra empresa, creando así lo que se denomina como marca empresarial.

Se entiende como marca empresarial todo signo susceptible de representación gráfica que sirva para distinguir en el mercado los productos o servicios de una empresa del resto, permitiendo así diferenciar a una empresa del resto de sus competidores.

La necesidad de registrar una marca deriva de su función principal: identificar sus productos o servicios asociándolos con una determinada empresa. De esta manera, cualquier persona que adquiera el referido producto o servicio tendrá la referencia y el aval de la empresa que los comercializa o presta.

Es por este motivo, y atendiendo al papel y relevancia de una marca, que deviene primordial la necesidad de registrarla. En este sentido, la normativa española sobre marcas ya establece que el derecho sobre la misma se adquiere con su registro.

Con el registro de la marca empresarial no solo se adquiere la propiedad de la misma, sino que se otorga seguridad jurídica a su titular en el mercado, impidiendo que cualquier tercero pueda registrar una marca igual o similar. Si esto sucediera, se podrían iniciar las acciones legales pertinentes contra quien esté haciendo uso de una marca igual o similar, ya que en cierta manera, la marca registrada otorga un derecho de exclusividad a utilizarla en el tráfico económico.

En el procedimiento de registro de la marca se deberán de indicar los productos o servicios que identifiquen la misma, teniendo en cuenta que en ningún caso se puede registrar una marca en abstracto; así como determinar en qué mercado mercados se querrá comercializar la misma, ya que la marca es un derecho territorial, hecho que conlleva la necesidad de registrarla en todos aquellos países donde se pretenda realizar cualquier acto comercial (ya sea la fabricación, el etiquetaje o su venta).

 

Como conclusión…

Con todo pues, y para evitar conflictos con marcas similares o terceros que utilizan la marca que consideramos como propia, e incluso litigios, es imprescindible llevar a cabo una estrategia adecuada de protección, siendo preciso conocer las necesidades e intereses de la empresa así como la normativa nacional e internacional aplicable.

 

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